Se levantó con gusto a hiel en la lengua y guardó ensimismado sus recuerdos en una caja de pizza decorada para la ocasión. Procuró dejar fuera las ideas de un mundo maravilloso que atentaba contra las grises calles, y las industrias que humeaban muerte por sus chimeneas.
De pronto, entra la madre al cuarto de él y aprieta con sus garras las ideas de un mundo maravilloso, donde existían las hadas y los manantiales de colores, los dragones y las princesas soñadas. Arrugó sus creencias y las arrojó por la ventana.
- Deja ya todas esas concepciones, los adultos no las necesitan- Y dejó una pila de libros de medicina, ingeniería, arquitectura, economía...
Él salió de su casa con sollozos y se recostó sobre el pasto por última vez. Fantaseó con el cielo y descubrió formas infantiles en las nubes esponjosas. La pena le hizo cerrar los ojos, y se entregó a su sueño final.
Dormido boca arriba, bajó de las nubes una ninfa turquesa que quiso degustarlo con un beso. Su frágil figura flotó hasta sus labios y probó por primera vez el sabor de la hiel. Escupió y comenzó a tocer, y en ese momento, él se despertó. Miró a la ninfa a los ojos y vio en ella su juventud que no quería dejar escapar.
Unidos en un abrazo la ninfa hizo brotar desde lo más íntimo de la Tierra toda la vegetación atacada y pervertida por el Humano. Era una fantasía, pero era real a la vez.
El mundo donde existían los amigos, los colores y el ocio existía como el país de Nunca Jamás, pero en la Tierra.
La ninfa... ¿existía la ninfa? ¿o es sólo el objeto de locura de él?
- No ha conseguido aún la madurez para ser un adulto...-
- Su madre está devastada, dicen que no lo deja entrar al hogar-
- Que deshonra más grande, que le hayan denegado el sacramento-
- Yo a ese niño hasta lo he escuchado hablar solo-
- Definitivamente los amigos imaginarios son de jóvenes, está claro que él no puede evolucionar a la siguiente etapa...-
- No le importa dormir afuera, pero siempre anda sucio. Es un asco-
Nadie logra entender que lo único que necesita para ser feliz es su juventud, la naturaleza, la ninfa a quien ama y que lo ama a él.
-He creado un mundo para nosotros, Facucio.