Una mariposa negra pasa revoloteando a mi lado con su sombra perfecta. Es muy tarde ya.
Por algún motivo que no sé, decidí atrapar a la mariposa, pero no pude más que cazar su sombra...
y es que...
No entendía por qué no había vuelto por aquello que era suyo, y más tarde resolví que ya había anochecido, y en realidad eran dos mariposas gemelas, que se desplazaban con simetría lineal.