domingo, 2 de junio de 2013

Criminal

Antes todos los domingos eran especiales, porque se juntaban, se saludaban, se felicitaban por estar otro domingo más juntos. Sin embargo, un muy pequeño bisturí había hecho un corte limpio en el lazo que los unía, y sin que ellos siquiera pudieran percibirlo, poco a poco este lazo se iba deshilachando, y se adelgazaba aquello que los conectaba.
Hoy domingo ya no era nada especial, porque llevaban tantos domingos felicitándose que ya no tenía ninguna magia. Ni siquiera se juntaron. Uno se fue con su nueva fantasía y el Otro quizás para a dónde... en la ciudad de caliente cemento se debe haber derretido, o por lo menos haber perdido algunas extremidades.
Cuando Uno se dio cuenta de que alguien había saboteado su relación con el Otro, se decidió a buscar al culpable. Pensó y pensó, descubrió pistas y limpió jeroglíficos hasta que finalmente halló al criminal.
Pero por desgracia, ya no podía hacer nada contra la Rutina y su bisturí del Tiempo, ya que yacían ambos, el Uno y el Otro, en su abismal estómago.